Ya a la altura de Pola de Laviana, la copiosa nevada que caía casi nos hace retroceder.
En la zona del embalse de Rioseco el día estaba de lo más desapacible, apenas había visibilidad y en la carretera no había si quiera marcas de otros coches sobre los casi 8 cm de nieve que ya estaban acumulados.
Nuestra primera intención era subir al Puerto de Tarna y con suerte llegar hasta la Cascada del Tabayón pero vista la situación nos desviamos hacia Soto de Agues, un precioso pueblo desde el que salen varias rutas como la ascensión al Cuyargallus o la archiconocida y factible Ruta del Alba.
Pese a que no esperabamos caminar más de unos cientos de metros nos enfundamos en una gruesa capa de térmica + cortavientos + polar + gore-tex y echamos a andar.
Durante unos 15 minutos, por la Ruta del Alba, la nevada y el viento hacían que apenas pudieramos abrir los ojos, sin embargo en cuestión de un rato apareció el sol y se despejo por completo. Pese a ser una ruta sencilla y corta el día fue espectacular, quizás por lo inesperado y seguro por la belleza del paisaje con las primeras nieves del año.
Sin duda fue un gran día de montaña, no por la haber conseguido llegar muy lejos sino por haber podido estar allí para ver la transformación del paisaje cuando aparece el sol.
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